lunes, 6 de mayo de 2013

Sobriedad infamada

   Para los que han asistido a alguna firma de autógrafos sabrán de lo maquiavélico que puede ponerse la situación, fue lo que encontré hoy al percatarme de una oleada de gente caótica que no paraba de corear el nombre de cierta celebre persona, la cual el nombre no recuerdo, porque no soy simpatizante de tales gustos.  

 Me imagino que al final del día tras recibir tanta inclemencia pueden terminar medio zopencos; mi suposición al momento mientras van al baño a reacomodar las tripas, deben tener preparado algún tipo de  duplicado que aparece a su relevo, y no me refiero a lo que dejan escapar…

 Si estuviera en esa situación me sacaría dos brazos extras con algún método absurdamente grotesco, ustedes elijan el que quieran, los cuales me harían ver el doble de fuerte, lo cual tendría sentido si eres luchador o algo por el estilo. Entonces duplicaría mi rapidez para hacer dichos trazos, la audiencia no esperaría más de lo necesario demasiado, y por tanto me la campechanearía de lo lindo.

 Aunque todo depende de qué tipo de fan o admirador poseas, que NO es lo mismo. Porque se ha de dicho que los primeros experimentan  orgasmos esotéricos y en mayor disfuncionalidad que los primeros.
Para ello diseñaría calmantes para aquellos fans propensos a perder el control al ver a su fetiche orgásmico. Acabo de patentar la idea, que ni se les ocurra tomar parte de ella, ¡¡¡capisci!!!

   Claro, todo lo anteriormente redactado fue hipotéticamente hablando.

  Y siendo sincero la “popularidad” no es algo por lo que implore, no digo que sea un mal pero hay ilusiones que perseguimos y ciegan aquellas cosas que en verdad importan en mayor mesura. En esencia prefiero ser fan de mí mismo, si es que eso se puede ja ja ja. Pero no soy un ególatra o algo por el estilo, que quede entendido ok! A los cueles soy un tanto alérgico. 

  Una vez un borracho me dijo: "Entre menos sepan de mí, mejor." Y creo que tiene el cerebelo lleno de razón y también de alcohol, coincidencia?
 Pues cada ebrio tiene su propio momento metafórico existencial  interior, y es imposible no aprenderles algo, por ejemplo: Que es posible cautivar con la bebida ó acaso ¿eso es lo que dicen los comerciales? xD. Lo cierto es que mucha de la  razón de una persona, depende en qué medida pierde parte a la realidad que se le pinta.