domingo, 2 de junio de 2013

Superheroe

Durante la etapa más despreocupada de nuestras vidas es imposible saber la cantidad de veces que fantaseábamos con cada retorcida idea que se atravesaba en nuestras cabecitas y en ocasiones nos remolcaba al destierro o correccional, dudo que alguien halla llegado a tales extremos, lo cierto es que los niñ@s son personitas que vienen en diferentes tamaños, colores, consistencias y un ilimitado gusto por los dulces y cualquier chachara que puedan atrancarse en el pico, siempre están jugando, saltando, corriendo, trepados en el techo, bajo las piedras, ensuciándose (lo bueno que también los puedes hechar a la lavadora) difíciles de complacer, siguiendo sus reglas, malolientes y con la energía de 40 000 usain bolts recien regenerados, y capaces de la nada robarle una sonrisa a la chica que te cautiva. Mendigos escuincles! Posiblemente por eso Woody Allen los odia, pero yo con odio jarocho.

Después de este pequeño comentario regreso en lo que estaba sobre la fantasía, que sin duda es lo mas "afable" en todos los sentidos que ofrece la infancia; porque es posible crear de la nada un absoluto moldado, consecuencia de esos pequeños ó largos momentos de trance que se convierten en verdad y una aparente realidad aceptada, por el hecho de tener dicha, sin haber tenido la más mínima intención de obligación alguna,  mediante la imaginación que es el elemento mas puro de nuestro ser, convertida en ocasiones casi sin exagerar en nuestra propia película de ciencia ficción, ¿Quien alguna vez no se hizo pasar por un agraciado, elocuente, extrovertido, aventurero personaje de ciencia ficción? Pero sin duda lo mejor era tener la esperanza de convertirte en tu superheroe favorito, aquel que se convertía en tu emblema, capaz de combatir cualquier problema,  e ir por la búsqueda del poder que te permitiera luchar con determinación y acompañada de mucha diversión por el bien, quizá no se es demasiado consciente que con esas pequeñas acciones puedan evolucionar hacia una forma de respuesta a la vida real, donde todos necesitan de un héroe pequeño o grande, no importa, que bien puede ser cualquiera, y eso es lo mas extraordinario permitirse poseer por el ingenio, disfrutando el enorme libre albedrío que convierte a las personas en las de mayor fortuna en el mundo.

Iré por mi capa.




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