martes, 16 de abril de 2013

Habitual andante despreocupado

   Comienza un nuevo día en la ciudad, debo partir temprano, el camino esta marcado para mi andar. Se puede percibir un frío tremendo, de hecho... puedo notar a simple vista como este aire imparcial estimula el sistema nervioso de aquel vagabundo de sueños osados, pero con pies descubiertos y  temblorines, dormido sobre su "canino" aliado, son ejemplo del vinculo mas leal. 
Aún faltan varios minutos para el inicio de la coloración de este inmerso espacio, lo se porque ni un condenado pájaro ha salido a cantar, quizá no estén de animo, pero lo dudo, yo ya estaría ansioso por volar, aunque para ellos sea algo tan natural.

   Unos cuantos pasos mas adelante empiezo a escuchar un quejido, ¿quien sera? Es en la siguiente esquina, pienso seguir; aunque esta vez quiero husmear, no soy metiche debo aclarar, me acerco y me percato del llanto de una niña exigiendo a su mamá, dormir un poco más!!! de pronto apresuran su andar al ver lo que yo venia siguiendo, por última vez volteo y miro un par de inocentes ratoncitos pegados en una trampa frente el pórtico de aquella rebosante casa. Solo uno mantenía su chillido, el otro ya había dejado atrás la esperanza. Es cruel pensar que mientras salían de noche en busca de aventura y alimento se hallan encontrado con tal rumbo de martirio, es un escarmiento que no llegara a más.

   Enunciando las malas lecciones, recuerdo una de mis travesuras de mocoso, no contemplaba las magnitudes, uno solo desea pasarla harto divertido, un día que tuve un gran accidente, sin entrar en detalles, me dejo una huella corporal que se desvanece lentamente con el pasar de los años y una gran experiencia que en aquella época no comprendía muy bien, pero por fortuna ahora puedo entender. Poseer y sentir cada momento. Esa lección no era del todo mala.
   Por tanto lo que me causa mucha gracia, son las ocasiones cuando imprudentemente tomo las cosas con demasiada seriedad, y no me doy cuenta del poco significado que pueden realmente tener, y al percatarme de ello, las cosas más difíciles se convierten en las mas simples.

   Me quede inmerso en mis pensamientos que no me di cuenta de los primeros rayos de sol asomarse, y de todo lo que se deriva de ello.
   Estoy en un lugar distinto al que habituó, lejos de mi hogar, hay cosas que jamas cambian sin importar que tan aparentemente lejos o cerca estés de algo. Ahora antes de proseguir mi andar, aprovecho para probar lo que esta región ofrece.
 Debería aprovechar la ocasión para fumarme un cigarrillo, no obstante jamas ha sido de mi agrado. 





Aunque a veces no es lo que se puede llegar a apreciar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario